Cuando el famoso caballero sueco Alf Hammarskjöld tuvo noticia de que un troll había bajado de las montañas y se había asentado cerca del puente de Skapkarmal, tomó su caballo Bjeifill y su cuerno Grond y acudió a matarlo.
Cuando lo hubo matado descansó a la orilla del río Grimskamisdär, en una playa de pequeños guijarros y decidió pasar allí la noche.
Al poco de salir la luna, escuchó un tremendo lamento proveniente de las montañas que le traspasó el corazón; se puso en pie acongojado por tanto dolor.
En ese momento, pasaba por allí una mujer vieja, de la que todos decían que era bruja.
El caballero le preguntó:
“Decidme ¿quién vive en las montañas que sufre de este modo?”
“Es el padre del troll que habeis matado” –contestó la vieja- “que llora por su hijo muerto”
“En todos mis años nunca he visto una lágrima de troll” –respondió el caballero-
“Pues las estais pisando” –dijo la vieja, y el caballero vio debajo de sus pies miles de piedrecitas que durante años el río había ido arrastrando desde lo alto de la montaña.
Texto : Jesus Fernandez (España)
Ilustración: Marcelo Tomé (Argentina)
5 comentarios:
Me ha encantado el relato.
Saludos.
Es increíble!!!
Me encantó!
precioso!
¡Qué hermoso relato!
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