Una imagen, mil palabras...
Hay gente que viaja en autobús, en bicicletas, coches, motos o aviones. Una vez conocí a un señor que viajaba en su imaginación, sin maletas siquiera.
Yo creía que conocía todas las formas de ir de un lugar a otro, hasta que un día conocí a Leopoldo.
-Buenas tardes –me saludó un diminuto hombrecillo.
-Hola –respondí.
-¿Podría usted sonreír?
-¿Cómo, no creo haberle entendido?
-Es un favor que le pido… ¿Podría usted sonreír?
La verdad que me resultó muy gracioso lo que me pidió, así que sin ningún esfuerzo se dibujó una sonrisa en mi pálida cara.
El pequeño Leopoldo se deslizó por mi sonrisa de una punta a otra.
Salió disparado por los aires gritando:-¡Gracias!
Rubén García
Sevilla
España
Ilustración: Matías Acosta
Uruguay
Gracias!!!
2 comentarios:
jaja q gracioso! muy buena tu imaginacion como la de Leopoldo!!
Qué ingenioso! Muy bueno.
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