
Equipo: Ana Padovani (Plan de lectura)
Ana Calvo
Un niño pide monedas en la calle. Mientras extiende su mano diminuta, un transeúnte deposita un brillante peso dorado. El niño no sonríe. Por detrás de los edificios, el sol asoma una mariposa de reflejos de luz. El niño la mira maravillado por la naturaleza de las cosas que no tienen precio...
En la casa de Sofía están preparando sopa de princesas, el olor humeante a calabaza dulce se esparce hasta el parque en donde la niña vestida de hada permanece en silencio.Observa la misma mariposa de fuego, que el reflejo explota contra el agua azul de la pileta.
Un poco más lejos...un niño del pueblo zulú se funde entre los ojos cristalinos de un león africano, los rayos del sol se despliegan majestuosos sobre la escena. No tiene miedo, ni lo tendrá jamás.
En la Patagonia argentina, un bebe mapuche juega con los duendes de montaña , respira el olor fresco de su tierra sostenido por los brazos añejos de su abuela milenaria...mira el lago y agita sus pies al compás del sonido de la naturaleza.
A unas pocas cuadras de acá, en una vereda de ciudad y bajo la mariposa de luz, Juana salta a la Rayuela. Sabe que podrá empezar el juego una y otra vez, y entonces sí, llegar al cielo...
Este texto fue publicado para conmemorar el día del niño...
No tenía ilustración.
Ayer llegó a La luna naranja una ilustración de regalo que surgió a partir del texto.
El agradecimiento a quien interpretó estas palabras y espontáneamente creo una imagen emocionante y perfecta.
El texto es de mi autoría.
La maravillosa ilustración pertenece a Arghoost Toons
Andrés Rodriguez
Gracias!!!
Coni Salgado
La luna naranja