Pajaritos en la cabeza

Habrá sido por la repetida frase de su madre o quizás, por su frondosa y enrulada cabellera, pero lo cierto es que un día, a Paula, le anidó un pajarito en la cabeza.

Una tarde Paula estaba aburrida, sentada al borde del arenero y sin que se diera cuenta, un pajarito hurgó con el pico entre sus rulos y fue llevando, de uno en uno, palitos y pelusas.

Cuando terminó la obra, que cualquier arquitecto envidiaría, Paula tenía plantado un nido.

Una obra de arte. A prueba de sismos, porque no sólo había que construir un nido, sino que además ¡Había que hacerlo en la cabeza de Paula!

Así andaba Paula, chocha de la vida, con un nido de palitos y pelusas y un pájaro cantor.

Tal vez fuera un poco inesperado, sorprendente quizás, pero de ninguna manera imaginó que este hecho podría provocar tamaño ataque de nervios como el que tuvo su madre al verla llegar a casa.

-¡Te lo dije! ¡Te lo dije una y mil veces! -zapateó el piso-, ¡Te dije que tenías pajaritos en la cabeza!

Texto: Silvina Rocha (Argentina)

Ilustraciones: Mey (Argentina)

Editado por La Brujita de Papel - Colección Piedra Libre