sábado, 29 de marzo de 2008

Feria del libro infantil de Bologna


BOLOGNA
31 de Marzo al 3 de Abril

Desde hace 45 años, se lleva a cabo en Bologna, Italia, la feria del libro infantil más significativa, que reúne en un espacio mágico y común a editores, ilustradores y agentes literarios de todo el mundo.


Este año, Argentina participa como invitado de honor.
Un grupo de 32 ilustradores nos representará en la muestra que se titula "When Cows Fly".
Entre todos ellos, nuestro ilustrador de ¨La luna naranja¨, Fernando Falcone.

martes, 25 de marzo de 2008

La historia de un nabo

Había una vez un viejo que plantó un nabo chiquitito y le dijo:
—Crece, crece, nabito, ¡crece dulce! Crece, crece, nabito, ¡crece fuerte!
Y el nabo creció dulce y fuerte y grande. ¡Enorme!

Un día, el viejo fue a arrancarlo. Tiró y tiró, pero no pudo arrancarlo.
Entonces llamó a la vieja.
La vieja tiró de la cintura del viejo. El viejo tiró del nabo. Y tiraron y tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarlo. De modo que la vieja llamó a la nieta.
La nieta tiró de la vieja, la vieja tiró del viejo, el viejo tiró del nabo. Y tiraron y tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarlo. Entonces la vieja llamó al perro negro.
El perro negro tiró de la nieta, la nieta tiró de la vieja, la vieja tiró del viejo, el viejo tiró del nabo. Y tiraron y tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarlo. Entonces el perro negro llamó al gato blanco.
El gato blanco tiró del perro negro, el perro negro tiró de la nieta, la nieta tiró de la vieja, la vieja tiró del viejo, el viejo tiró del nabo. Y tiraron y tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarlo. Entonces el gato blanco llamó al ratoncito.
El ratoncito tiró del gato blanco, el gato blanco tiró del perro negro, el perro negro tiró de la nieta, la nieta tiró de la vieja, la vieja tiró del viejo, el viejo tiró del nabo. Y tiraron y tiraron, con todas sus fuerzas, hasta que por fin ¡arrancaron el nabo! Pero... púmbate. El viejo cayó sobre la falda de su esposa, y la vieja cayó sobre la falda de la nieta, y la nieta sobre el perro, y el perro sobre el gato y el gato sobre el ratón. Y sobre todos ellos... ¡cayó el nabo!
Pero no se asusten, ninguno se lastimó.
¡Y qué maravilla era aquel nabo! Más tarde, hicieron con él una rica sopa. Y hubo suficiente para el viejo, para la vieja, para la nieta, para el perro, para el gato y para el ratoncito... ¡y aún sobró un poquito de sopa para la persona que les acaba de contar este cuento!

Elsa Bornemann

domingo, 23 de marzo de 2008

La mona Jacinta













La mona Jacinta
se ha puesto una cinta.

Se peina, se peina,
y quiere ser reina.

¡Ay no te rías
de sus monerías!

Mas la pobre mona
no tiene corona.

Tiene una galera
con hojas de higuera.

Un loro bandido
le vende un vestido,

un manto de pluma
y un collar de espuma.

Al verse en la fuente
dice alegremente:

-¡Qué mona preciosa,
parece una rosa!

Levanta un castillo
de un solo ladrillo:

rodeado de flores
y sapos cantores.

La mona cocina
con leche y harina,


prepara la sopa
y tiende la ropa.

Su marido mono
se sienta en el trono.

Sus hijas monitas
en cuatro sillitas.

¡Ay no te rías
de sus monerías!

María Elena Walsh

jueves, 20 de marzo de 2008

La noche II


 Me gusta comer chocolate
y mirar sobre la almohada
cómo tejen puntillitas
las estrellas cuando laten.
 

La luna se está poniendo
un sobretodo azul mate
el sol la mira y la mira
y ella se ruboriza.
 
Nadie le dice:
estás bella!
pero se siente
divina como una estrella.
 
Corren cometas alados
dejando estelas de espumas
y se refleja en el cielo
el sapito en la laguna.
 
Canta la chicharra
en el naranjo del  patio
y sale mamá rapidito
a decirle:” chist! despacio”
 
Juega en sueños
mi alma
con miles de
peces redondos.
 
Comienza a teñirse el cielo
con telarañas de flores
es que la aurora se viste
con vaporosos colores
 
Ya es la hora precisa
en que despierta la alondra
y canta y canta segura
cuando se acuesta la luna
 
Asoma Don Sol y
somnoliento pregunta
quién preparó la leche
con tan ricas medialunas.
 
Cristina Conti

martes, 18 de marzo de 2008

La Ballena


La ballena elige el hielo
porque nunca tiene miedo.

¡Es enorme su tamaño
y pasea todo el año!

Pero nunca viaja sola
cuando nada entre las olas.

¡De sus crías tan hermosas
es la mamá cariñosa!

Lanza un chorro su nariz
para avisar que está aquí.

Si la quieren atrapar
se hunde hasta el fondo del mar.


MARÍA ALICIA ESAIN©2006

viernes, 14 de marzo de 2008

La luna naranja

El logo de la luna naranja

es obra de nuestro ilustrador Fernando Falcone

http://www.fernandofalcone.com.ar/

miércoles, 12 de marzo de 2008

El país de Nomeacuerdo


En el país de Nomeacuerdo

doy tres pasitos y me pierdo.

Un pasito para aquí,

no recuerdo si lo di.

Un pasito para allá,

¡Hay que miedo que me da!

Un pasito para atrás,

y no doy ninguno mas.

Porque ya, ya me olvidé

donde puse el otro pie.

María Elena Walsh

Leyenda del mar


Cuenta la leyenda que un día en el mar,
una sirenita se puso a llorar
porque de un joven príncipe se enamoró
y de tanto llorar, así, salado quedó el mar...

El príncipe tenía los ojos azules
y pertenecía a un mundo de tules
de oro y de joyas, de grandes banquetes
de ropas costosas y muchos sirvientes

Solía pasearse solo por las playas
y con la sirena un día tropezó
Sus ojos apenas pudieron creerlo
y de la sirena, él, se enamoró.

Mundos diferentes
diferentes mundos
el oro y la arena
fundidos en uno

¨Que importa quien sos
de donde venís
llévame con vos
con vos quiero ir...¨

El príncipe de oro, le dijo que la amaba
la dulce sirena, de emoción, lloraba

Pero fué muy triste lo que sucedió;
fueron alejados, y todo acabó
porque en el palacio, cuando se enteraron
que el príncipe amaba a una sirena
así, lo encerraron, y murió de pena.

Cuenta la leyenda que se fue a una estrella
que pasó un cometa y en el se subió
y volvió a la tierra y resucitó...
Y todos aquellos que lo habían llorado
pidieron perdón y todo olvidaron...

Y así comprendieron que el príncipe amaba
a aquella sirena que siempre lloraba.

Cuenta la leyenda que el oro y el mar
a veces se funden en el más allá.

El príncipe quiso una gran ceremonia
y al borde del mar besar a la novia
y los invitados entonces supieron
que nunca se muere lo que es verdadero

Mundos diferentes, diferentes mundos
el oro y la sal, fundidos en uno...

Cuenta la leyenda que un día en el mar
una sirenita se puso a llorar
porque de un principe encantado se enamoró
y de tanto llorar, así, salado quedó el mar...

Coni Salgado

martes, 11 de marzo de 2008

La lluvia


Tal vez Ruperta y Fulgencio se peleaban porque hacía mucho tiempo que llovía fuerte.
O quizás llovía fuerte porque hacía mucho tiempo que Ruperta y Fulgencio se peleaban.

Vaya uno a saber.
Lo cierto es que cuando ella decía:

—Croac.

Él respondía:

—Cric.

Cuando ella lo pensaba mejor y decía:

—Cric.

Él de puro caprichoso respondía:

—Croac.

Así pasaban los días entre lluvia y granizo.
Ruperta ya no tenía ganas de arreglarse cuando Fulgencio la venía a buscar, —si total peleamos todo el tiempo, pensaba.

Y Fulgencio llegaba siempre tarde a las citas, —porque total nunca nos ponemos de acuerdo, decía.
Lo peor de todo sucedió una tarde en que Fulgencio se animó y le llevó una flor para hacer las paces de una vez y para siempre.

Y Ruperta ofendida porque él la había dejado plantada el día anterior, le gritó fuerte:

—Croacc, a mí no me gustan las flores, ¡croac!

Pero después que Fulgencio se fue, lo pensó mejor y se arrepintió.
Entonces fue a llevarle un dulce hecho con sus propias manos.
Y Fulgencio, de despechado nomás, le dijo que a él tampoco le gustaban los dulces.

Después de muchos cric, croac y crócróc desencontrados y de muchos dimes y diretes (porque cuando una pareja de sapos pelea todos los vecinos opinan) los dos sapitos pensaron que lo mejor era no verse por un tiempo.

—Tal vez, viviendo en otro charcos nos extrañamos y entonces, quien te dice, a lo mejor las cosas pueden arreglarse algún día —dijeron casi a coro.

La tarde de la despedida Fulgencio estaba triste.
Ruperta también estaba triste.

Sin embargo, cuando se dieron el beso del adiós, la lluvia fue menos fuerte.
Y en el cielo gris de todos los días, un rayito de sol buscaba un agujero por dónde asomarse.

Samy Bayala

sábado, 8 de marzo de 2008

Una mamá para Choco

Choco era un pájaro muy pequeño que vivía a solas.
Tenía muchas ganas de conseguir una mamá, pero...
¿ quién podría serlo?
Un día decidió ir a buscar una.












Primero se encontró con la señora Jirafa.
- ¡Señora Jirafa! - dijo - . ¡Usted es amarilla como yo! ¿ Es usted mi mamá?
- Lo siento - suspiró la señora Jirafa -. Pero yo no tengo alas como tú.

Choco se encontró después con la señora Pingüino.
- ¡Señora Pingüino! - exclamó -. Usted tiene alas como yo! ¿ Será que usted es mi mamá?
- Lo siento . suspiró la señora Pingüino - . Pero mis mejillas no son grandes y redondas como las tuyas.

Choco se encontró despues con la señora Morsa.
- ¡Señora Morsa! -exclamó- .Sus mejillas son grandes y redondas como las mías. ¿ Es usted mi mamá?
- Mirá! - gruño la señora Morsa-.¡ Mis pies no tienen rayas como los tuyos, así que, no me molestes!

Choco buscó por todas partes pero no pudo encontrar una madre que se le pareciera.
Cuando Choco vió a la señora Oso recolectando manzanas, supo que ella no podía ser su madre. No había
ningún parecido entre él y la señora Oso.

Choco se sintió tan triste que empezó a llorar:
- ¡Mamá! Mamá! ¡Necesito una mamá!
La señora Oso se acercó corriendo para averiguar que le estaba pasando. Después de haber escuchado la historia
de Choco, suspiró:
- ¿ En que reconocerías a tu mamá?
- Ay! Estoy seguro de que ella me abrazaría - dijo Choco entre sollozos.
- ¿Así?- preguntó la señora Oso. Y lo abrazó con mucha fuerza.
- Sí... y estoy seguro de que también me besaría- dijo Choco.
- ¿Así? - preguntó la señora Oso, y alzándolo le dió un beso muy largo.

- Sí... y estoy seguro de que me cantaría una canción y de que me alegraría el día.
- ¿ Así? - preguntó la señora Oso.
Y entonces cantaron y bailaron.
Después de descansar un rato, la señora Oso le dijo a Choco:
- Choco, tal vez, yo podría ser tu mamá.
-¿ Tú? - preguntó Choco.
- Pero tu no eres amarilla. Además no tienes alas, ni mejillas grandes y redondas.¡ Tus pies tampoco son como los míos!
- ¡ Qué barbaridad! - dijo la señora Oso - ¡ Me imagino lo graciosa que me vería!
A Choco también le pareció que se vería muy graciosa.
- Bueno - dijo la señora Oso - , mis hijos me están esperando en casa. Te invito a comer un pedazo de pastel de manzana.
¿ Quieres venir?
La idea de comer pastel de manzana le pareción a Choco excelente.
Tan pronto como llegaron, los hijos de la señora Oso salieron a recibirlos.
- Choco, te presento a Hipo, a Coco y a Chanchi. Yo soy su mamá.
El olor agradable a pastel de manzana y el dulce sonido de las risas llenaron la casa de la señora Oso.
Después de aquella pequeña fiesta, la señora Oso abrazó a todos sus hijos con un fuerte y caluroso abrazo de oso, y Choco se sintió muy feliz de que su madre fuera tal y como era.

Keiko Kasza

jueves, 6 de marzo de 2008

El cuento inolvidable


Cual es ese cuento que te gusta tanto escuchar una y otra vez?
o aquel otro que te regala o te regaló una infancia de magia...?

Si todavía sos chiquito y no sabes escribir,
pedile a mamá o a papá o a algún grande que
deje en los comentarios el título de ese cuento inolvidable!

Si sos ahora, un niño-adulto, dejanos el nombre
de la mejor historia de tu niñez...

miércoles, 5 de marzo de 2008

Así es










El cielo es de cielo
la nube es de tiza
La cara del sapo
me da mucha risa

La luna es de queso
y el sol es de sol
La cara del sapo
me da mucha tos.

sábado, 1 de marzo de 2008

La luna se va al zoológico


La luna se va al zoológico
la luna se va en un coche
pero por más que se apura
la luna llega de noche.

El león duerme y no la ve,
el elefante dormita
los monos estan soñando;
nadie sabe que hay visitas.

La jirafa se ha dormido
sobre una almohada muy larga,
y el bebé hipopotamito
en una gran cuna de agua.

Solo el oso ve a la luna
le dice adiós con la pata
y la luna le regala
un anillito de plata.

Beatriz Ferro