domingo, 24 de agosto de 2008

Los que







Que no me baño,

que no me cepillo los dientes,

que tampoco me peino,

ni cuando vienen parientes.


Ya me tiene tan cansado

Con tantos “que” a mi lado.


Que no me gusta dar besos,

que soy muy desobediente,

que no me miro al espejo,

que parezco adolescente. 



Ya me tiene tan cansado

Con tantos “que” a mi lado.


Sí, soy un desaliñado.

Sí, un poco desvergonzado.

También un poco atrevido.

Con amigos, divertido. 



Ya me tiene tan cansado

Con tantos “que” a mi lado.


Por fijarse como soy,

lo que digo y lo que hago,

nadie se ha dado cuenta

que yo estoy enamorado.


Poema : Patricia Iglesias Torres

Ilustración : Mercedes Nassivera ¨Mechuk¨


 

viernes, 22 de agosto de 2008

Peteco trabajador


Al ciempiés Peteco le gustaba mucho trabajar. Quería juntar dinero para comprarse botas amarillas. Soñaba con ellas todas las noches, las quería para presentarse en un concurso de zapateo. Se imaginaba ganándolo, porque nada sería más divertido que ver cien botas zapateando a la vez. Además, pensaba colocarles unas luces en la punta…¡Quedarían espectaculares! Pero…¿Cómo podría lograrlo? Necesitaba mucho bichi-dinero, de ése que servía para hacer las compras en BICHOLANDIA, el lugar donde vivían él y todos sus amigos.
Una mañana decidió ofrecer su trabajo en el periódico del lugar. Con sus cien patitas podría recorrer el teclado y en pocos minutos tendría la edición lista… Fue una idea brillante. El Ratón Felipe, dueño del periódico, se entusiasmó con ella y contrató a Peteco. Dos días al mes el ciempiés haría la tarea y las noticias estarían listas para ser leídas ¡Todo salió tan bien que Peteco recibió un montón de bichi-dinero!
El director, Don Topo Lector quedó muy conforme y le pagó con monedas redondas y doradas. Peteco las colocó en una bolsa, ya tenía algo ahorrado para alcanzar su sueño.
A los pocos días Ratón Felipe y Topo Lector le avisaron que lo andaba buscando el León, Rey de BICHOLANDIA.
-Mi palacio tiene los pisos opacos y sucios ¿ Los lustras Peteco?.Te pagaré veinte monedas doradas. ¡Estoy cansado del barro que dejan mis soldados cuando vuelven de las guerras!- le dijo el León cuando Peteco entró muy resuelto a una oficina del palacio que decía: Sala donde el Rey piensa.

El ciempiés estuvo muy feliz y conforme con la propuesta y comenzó a fregar. En un rato tuvo los pisos relucientes. Sus cien patitas han trabajado sin descanso. El Rey León se quedó admirado por el excelente trabajo y le pagó las veinte monedas doradas más diez plateadas. Además, los soldados perdieron las ganas de ir a la guerra y sólo querían bailar sobre ese piso tan espléndido. Como al Rey León las guerras lo tenían harto, le pareció mucho mejor que hubiera en su reino soldados bailarines a tener que andar por ahí peleando y rugiendo hasta quedarse afónico y lleno de moretones.
Por su parte, Leoncia, la princesita leona, vio el trabajo que había hecho el ciempiés y recordó que los espejos de su sala de las muñecas hacía rato que estaban empañados. Cuando iban sus amigas a jugar todo parecía un mundo de niebla y en lugar de alegrarse por estar juntas, se sentían tristes…
Peteco se ató cien trozos de tela a sus patitas y lustró los espejos para arriba y para abajo. ¡No podía permitir que Leoncia y sus amigas no pudiesen jugar con alegría!
La sala de las muñecas quedó radiante, como si el sol viviese allí. Es que las cien patitas de Peteco eran no sólo rápidas sino mágicas también. Leoncia y sus amigas recuperaron sus deseos de jugar y divertirse. Tanto, que hasta hicieron travesuras tales como usar el cetro del Rey para cantar y bailar una polka y su corona para embellecer Perlita Perlina, la gata de peluche.
El Rey, agradecido, le pagó a Peteco treinta monedas doradas y veinte monedas plateadas.¡¡Era muchísimo!!
De paso para su casa, Peteco se colocó sobre un hilo de agua como un puente. Así sus compañeras las hormigas pudieron cruzar.¡Había llovido y no podían volver a su hormiguero! Ellas le regalaron una flor amarilla, muy agradecidas. Era todo lo que tenían, pero querían recompensar su atención.
Llegó la noche del concurso… el ciempiés lució sus cien botas amarillas y la flor que le regalaron las hormigas en el sombrero. ¡Además, no solamente pudo colocar luces en las puntas de las botas sino que también le colocó cascabeles en los talones! Zapateó tan bien que ganó el campeonato. El Rey León y su hija Leoncia le entregaron el trofeo. Don Topo le sacó fotos para un reportaje en el periódico y Don Ratón lo felicitó muy emocionado. Las hormigas aplaudieron como locas y toda BICHOLANDIA también. Peteco quedó súper feliz… ya estaba listo para comenzar a soñar con el campeonato del año siguiente y sabía cómo hacer para llegar a él tan bien vestido y acompañado como la primera vez.

Texto : María Alicia Esain©2006

Ilustración : Matías Acosta

lunes, 18 de agosto de 2008

Los gatitos mellizos


Dos gatitos muy suaves vivían
haciendo ron-ron.
Lo pasaban jugando y durmiendo
Michín y Michón.

Los gatitos querían ser buenos
y portarse bien.
¡Pero cuántas diabluras hacían!
Pasaban de cien…

Cuando estaba tejiendo la abuela
su ovillo cayó.
Nuestro par de gatitos traviesos
sobre él se arrojó.

Escaleras abajo rodaron,
¡patapím-pam-pom!
Enredados, ovillos y gatos,
un solo montón.

Dos paquetes envueltos en lana
en cada escalón,
calladitos y quietos quedaron
Michín y Michón.

Un buen reto les dio la abuelita
al llegar por fin.
Ya no pudo tejerse los guantes
de lana carmín.

Enojada gritó la señora:
“¡No los quiero ver!”
Con gran susto, en las botas de abrigo
fuéronse a esconder.

Más tranquilos, al cabo de un rato,
cansados al fin.
“Tengo hambre”, murmuró bajito
el pobre MIchín.

Escapando de allí a la cocina
corren en tropel,
y se trepan con uñas y garras
al blanco mantel.

El abuelo tenía servida
su leche en tazón.
Gota a gota la tomaron toda
Michín y Michón.

Con el rico manjar de ciruelas
hicieron festín,
y uno de ellos metió la patita
dentro del budín.

En dos saltos llegó a la pileta
y allí se lavó,
pero todo marcado de dulce
el mármol quedó.

¡Qué fresquito y qué divertido
fue aquel chapuzón!
Entre blancas escamas y espuma
de suave jabón.

Sacudiendo el pelaje mojado
apareció el par,
resoplando igual que si hubieran
salido del mar

Dispararon los pobres mininos
con frío y con tos,
y dejaron el piso manchado
al huir los dos.

Al secarse en el pasto soleado
del verde jardín,
otra vez en sus juegos pensaron
Michón y Michín.

Linda pista de juego la cama,
¡salto viene y va!
En la almohada reposa el sombrero
nuevo de mamá.

Al sombrero le dieron mil vueltas
jugando los dos.
Los adornos, la paja, las cintas,
las flores, ¡adiós!

Cuando vino la pobre señora
dio un chillido atroz.
Las patitas movieron los gatos
en fuga veloz.

Los mininos jamás entendieron
griterío tal.
No querían los gatos, jugando,
causar ningún mal.

Asombrado, el par de gatitos
volvió a su rincón
y durmieron tranquilos su siesta
Michín y Michón


Versos de María Laura Serrano seudónimo de Julia Daroqui

Ilustración : Blanca BK Gimeno

domingo, 17 de agosto de 2008

El proyecto ¨La luna naranja¨

La Luna Naranja (Logo by Fernando Falcone)

La luna naranja es un proyecto ideado para la difusión de la literatura para niños, siendo su principal interés la fusión literatura-ilustración.
Nace en el mes de febrero de 2008 . La ilustración que nos representa es obra del ilustrador Fernando Falcone.
A pocos meses de su creación, comienza a recibir la respuesta de artistas de todas partes del mundo.
Esto genera en nosotros inmensas ganas de crear, proyectar y crecer.

Si sos artista y sentís ganas de participar o simplemente acercarte,
¨La luna naranja¨ te invita a formar parte de este espacio mágico... cualquiera sea tu edad...

La modalidad de actividades que genera la publicación de textos e ilustraciones inéditas, es sugerida a sus artistas participantes mediante el siguiente proceso:

- Invitación a los artistas a participar
- Recepción de textos de escritores
- Selección editorial de cuentos o poesías
- Envío del material a los ilustradores
- Recepción de ilustraciones
- Publicación de textos e ilustraciones fusionados
- Envío de invitaciones a los lectores


Cabe destactar que en general la fusión de textos e ilustraciones es inédita.
ya que estas son realizadas a partir del texto enviado al ilustrador.

El claro fin de ¨La luna naranja es la difusión de la literatura infantil y juvenil¨en todas sus formas, pero consideramos fervientemente, que para acceder a este tipo de literatura, no debiera haber una edad específica o determinada.
Cualquier persona que se sienta atraída por las ilustraciones, el encanto de la poesía y la magia de los cuentos, será bienvenida en La luna naranja...
Deseamos que los artistas encuentren un lugar de libre expresión.
La página no tienen fines de lucro y los trabajos no son remunerados.
Brindamos a los participantes la posibilidad de acercar su información de contacto
(mail, dirección de blogs, enlaces referentes) para contribuir de este modo con la difusión de su obra.

Creemos que el placer de la literatura tiene muchas formas, colores y sonidos, y por tal motivo, extendemos la invitación a payasos o clowns, narradores o cuenta- cuentos, ¨niños escritores¨, plásticos, pintores, dibujantes,etc, para realizar de manera conjunta actividades de fusión de artistas complementados.


Gracias por visitarnos...
Los esperamos!


Coni Salgado
Editora de La luna naranja

lunes, 11 de agosto de 2008

Niñez...


Niño: definición menuda, palabra inmensa

Serás niño o no serás nada

Serás niño y serás todo...


Que la infancia se te cuele en la memoria
que
te festeje los sueños cumplidos,
que vueles con alas

Que dibujes en tu piel sonrisas de crayón, lágrimas de acuarela
que tus deseos sean pincel y el mundo una paleta de colores

Que un sol de plastilina deje huellas en tus tardes de merienda

Que un mundo de letras te escriba el alma de versos dulces

te abrace con la voz de un abuelo con fábulas en los ojos

Que el viento llegado de un planeta lejano te regale una rosa

te lleve de viaje en avión y te muestre el infinito


Que crezcas con la imaginación de las historias de circo...

de un mono relojero, de un país de maravillas...


Que la vida te sorprenda con la transparencia de la niñez


siempre
que nunca la pierdas....

Que esta época azul te asegure muchos cumpleaños con velitas,
y días de guirnaldas y besos de chocolate,
música, globos, casas en los árboles, nubes de azúcar
y magia de caramelo, mares con peces, noches de duendes...


Que una luna naranja te bese los párpados antes de dormir

que te tape cuando haga frío y te brinde pan con dulce
caricias de canela y nuez, calidez de familia...arroz con leche

Que toda la niñez universal tenga gusto a cuento, sabor a poesía

ilusión en la mirada,
arte, esperanza, amor y paz...




Es el deseo de La luna naranja para todos los niños del mundo...

que tengas una historia feliz

cualquiera sea tu edad...

Feliz día del niño!